El área recreativa de Navafría, en plena Sierra de Guadarrama, es uno de esos rincones perfectos para escapar de la rutina y respirar aire puro. En verano es perfecta por sus piscinas naturales y el resto de año es ideal para hacer una ruta de senderismo rodeada de paisajes impresionantes. Una escapada en familia a este lugar de Segovia que te sorprenderá.

Cómo llegar al Chorro de Navafría, una ruta cerca de Madrid.

rutas con niños

Llegar hasta la ruta del Chorro de Navafría es sencillo: en coche desde Madrid se tarda alrededor de una hora y media, y la entrada cuesta 8 euros por vehículo, en horario de 10:00 a 20:00 horas. El acceso se cierra por la noche, así que conviene organizarse con el tiempo.

Nada más entrar, el entorno sorprende por la cantidad de pinos que rodean el camino y por la sensación de estar en un lugar cuidado, preparado para disfrutar de la naturaleza pero sin perder su esencia salvaje.

La cascada de Navafría, un sitio para quedarse

cascada en navafría

Nuestra caminata comenzó en el área recreativa y se dirigió hacia la cascada del Chorro de Navafría. Este primer tramo es bastante sencillo, ideal para hacerlo con niños e incluso con personas que no estén acostumbradas a caminar en montaña.

El camino está bien marcado, y a lo largo del recorrido encontramos varios bancos de madera donde hacer una parada para descansar o simplemente disfrutar de las vistas. Y… fíchalos porque quizás decides que es un buen lugar para montar un picnic. Los más pequeños agradecen mucho poder hacer pequeñas pausas para beber o comer. 

Tras aproximadamente una hora, llegamos a la cascada de 60 metros de altura. El Chorro de Navafría es una caída de agua preciosa que está rodeada de árboles. Si los pequeños de la casa te dejan, dedica unos segundos a escuchar el sonido relajante del agua al caer. Eso sí, el baño no está permitido, ya que el agua se capta para abastecimiento. Aun así, merece mucho la pena acercarse y disfrutar de este rincón natural.

Del Chorro de Navafría a la Fuente de los Castillejos

ruta al chorro de navafría en segovia

El tramo que te vamos a describir a continuación es un poco más exigente, pero merece la pena. Después de disfrutar de la cascada, decidimos continuar hacia la Fuente de los Castillejos. Aviso: aquí el camino cambia bastante. Se vuelve más empinado y pedregoso, con muchas hojas de pino que hacen que el suelo resbale un poco.

Es un recorrido más duro, no tanto por la distancia como por la inclinación y el terreno. Los niños mayores (a partir de 10-12 años) pueden hacerlo bien, pero para los más pequeños puede resultar complicado. Conviene llevar buen calzado de montaña y tomárselo con calma.

Cuando llegamos, nos encontramos con que la fuente estaba seca. Aun así, la recompensa fue el entorno: un mirador con unas vistas espectaculares sobre la sierra. Eso sí, hay que tener mucho cuidado con el precipicio, porque no hay protecciones y la caída es muy pronunciada.

En total, tardamos unas dos horas en hacer la ruta de ida y vuelta hasta la Fuente de los Castillejos, aunque la ruta completa (ida y vuelta hasta el puerto) suma 16 kilómetros. Nosotros hicimos unos cinco kilómetros en total, suficiente para disfrutar de la montaña sin cansarnos demasiado.

Lo que más nos gustó fue la combinación de paisajes y que no está muy masificada. O al menos no había mucha gente cuando fuimos nosotros: un domingo del mes de septiembre.