Los brunch están de moda y en My Family Time nos hemos vuelto auténticos fans de esta nueva forma de descubrir restaurantes en familia. Nos encanta porque combina lo mejor de dos mundos: el desayuno y la comida, sin prisas, con buena compañía y platos que conquistan a grandes y pequeños. En los últimos meses hemos probado varios brunch en Madrid y, sin duda, uno de los más originales ha sido el de Dulce Safari, un restaurante tan divertido como delicioso y salvaje. Sigue leyendo y lo entenderás.

Un brunch salvaje y delicioso en Dulce Safari

dulce brunch en dulce safari

Elegimos el local de La Latina, un barrio que siempre tiene ambiente, sobre todo los domingos con el Rastro lleno de vida. Hicimos nuestra reserva para las 13:30 y, para sorpresa nuestra, el sitio no estaba muy lleno. Por cierto, en local de Dulce Safari tiene en Atocha es una pasada también porque tiene terraza para los días de primavera-verano y veroño. 

Nada más entrar, una jirafa gigante te da la bienvenida. Es imposible resistirse a hacerle una foto, y sí, nosotros también caímos. La jirafa preside el salón principal junto a un gran árbol que parece sacado de una sabana africana. El ambiente es cálido, divertido y muy instagrameable, con decoración cuidada al detalle y ese toque salvaje que le da personalidad propia.

Por cierto, mi hija pequeña no se bajó del columpio que tienen dentro del local. Le encantó, casi más que la tarta de queso, de la que hablaré más abajo, pero vayamos poco a poco.

El plató de Dulce Safari que nos ha ganado el corazón

brunch familiar en dulce safari

El brunch de Dulce Safari es de esos que no te dejan con hambre. Incluye dos platos, dos bebidas (una caliente y una fría) y, por supuesto, el postre. Nosotros salimos tan satisfechos que no volvimos a tener hambre hasta la hora de la cena. ¡Ese día nos saltamos la merienda! 

Entre las opciones hay de todo: sándwiches, ensaladas, wraps, tostas… Y si hay un plato que se ha ganado el corazón (y el estómago) de nuestra familia, es la pizzeta de mortadela y burrata. Fue la favorita de todos, sin discusión. Las raciones son generosas y todo llega a la mesa con una presentación muy cuidada.

La tarta de queso, la estrella de este brunch

dulce safari latina

Llegamos atraídos por la fama de las tartas de queso de Dulce Safari y, como era de esperar, no nos decepcionaron. Tienen seis tipos diferentes, y cada una tiene su propio encanto.

Nosotros probamos la de chocolate blanco, la de lotus, la de nutella y la clásica… Pero nos quedamos con ganas de volver para seguir explorando las demás. De hecho, mi hija dijo que estaba casi tan rica como la pizzeta… y eso es decir mucho. Por cierto, cuando digo probamos es que ninguno fue capaz de meterse para el cuerpo la ración de tarta de queso. ¿Quieres saber lo que hicimos? Nos la pusieron en una cajita y para desayunar al día siguiente.

El restaurante es espacioso, con mesas amplias y buena separación entre ellas, algo que se agradece cuando vas en grupo, bien con niños o con amigos. Además, el personal fue encantador y muy atento en todo momento.

Y, atención, porque aquí va un secreto que no puedes perderte: visita el baño. No queremos hacer spoiler, pero solo te diremos que levantes la tapa del váter. Mi hija se llevó un buen susto y después no podía parar de reírse. Es uno de esos detalles divertidos que hacen que este restaurante sea diferente y memorable.