Si pensabas que un kebab era solo comida rápida… prepárate para cambiar de idea. Brodis Kebab han llevado este clásico a otro nivel. Y no solo por su sabor, sino también por su ambiente, su concepto y esa sensación de estar descubriendo algo diferente en pleno centro de Madrid. Descubre este original restaurante en Madrid.
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Kebab que entra por los ojos

Antes de entrar (también lo puedes dejar para la salida) tienes que hacerte una foto en la silla con forma de copa de vino que encontrarás. ¡Llama la atención de todos los curiosos que pasan por la calle!
Eso y la entrada al local, que tiene un aire industrial y moderno. Por dentro, el restaurante tiene luces cálidas, toques de color y una energía que mezcla lo urbano con lo acogedor.
Pero vamos a lo que nos interesa: la comida. En Brodis Kebab los protagonistas son los kebabs de pollo o ternera, servidos con pan de pita tierno y recién hecho, de esos que se doblan sin romperse y que están en su justa medida de especies. El tamaño del mismo bastante generosos y con abundante relleno dentro.
Pero si hay algo que nos conquistó, fue el hummus. Cremoso, suave, con ese toque justo de especias (como puedes ir adivinando aquí no hay que preocuparse al día siguiente por el ardor de estómago) y un chorrito de buen aceite de oliva por encima, este entrante es uno de esos entrantes que desaparecen en segundos.
De hecho, tuvimos que pedir más pan para seguir mojando porque estaba delicioso. Es el tipo de plato que gusta tanto a los adultos como a los niños, y una buena manera de introducir sabores nuevos a los más pequeños. Yo la primera vez que las mías lo comieron les dije que era puré y al menos así lo probaron.
Kebab con vino… o con lo que más te apetezca

Una de las curiosidades de Brodis Kebab es que su propuesta va más allá de la comida: también apuestan por maridar kebabs con vino. Sí, has leído bien.
Su carta ofrece opciones para quienes quieren explorar nuevas combinaciones y disfrutar de una experiencia diferente. Nosotros, en cambio, optamos por lo clásico: cerveza y refrescos. Y también funcionó de maravilla.
Un local para dejar huella

Además de la comida, hay un detalle que nos encantó: el muro donde los clientes pueden dejar su huella. Es una especie de mural en el que puedes escribir, dibujar o dejar un mensaje para los siguientes visitantes. Una idea divertida y original que conecta muy bien con ese espíritu cercano y creativo del local.
A los niños les encantó poder dejar su rúbrica y leer lo que otros habían escrito antes. Es un detalle sencillo, pero que convierte la cena en una experiencia más participativa y memorable.
Brodis Kebab es un sitio informal, cómodo y con precios razonables, lo que lo convierte en una opción ideal si buscas planes con niños en Madrid o un sitio para comer o cenar en familia sin complicaciones.



